Tema del suicidio

Ante el incremento de índices de suicidio jefe de Psicología recomienda medidas urgentes para atender la salud mental de los salvadoreños y contribuir a la conducta de la prevención del suicidio

Redacción y fotografía Alvaro Carbajal periodista de la Unidad de Comunicaciones

El pasado lunes 2 de octubre el joven José Luis Bernal Santos tomó la decisión de quitarse la vida y a diferencia de otros hechos de suicidio, él lo hizo en un lugar público de mucha concurrencia, este suceso pone a luz pública el problema de la salud mental de los salvadoreños.

                Datos estadísticos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que desde el año 2000, la urgente necesidad de realizar acciones efectivas para la prevención del suicidio como una prioridad de la salud pública en América donde la taza de mortalidad por ese flagelo va en aumento, solo en el año 2019 en la región se quitaron la vida 97 mil personas.

                En El Salvador, para el año 2019 la taza de mortalidad por suicidio alcanzó 6.1 casos; según el Instituto de Medicina Legal (IML) en el año 2018 476 personas se quitaron la vida del total 380 eran hombres y 96 mujeres, en el 2021 fueron 517 las personas que se quitaron la vida, 418 eran hombres y 98 mujeres, los datos muestran un incremento en los suicidios.

                Ante esta situación, el Maestro Bartolo Atilio Castellanos Arias recomienda acciones urgentes en materia de salud mental que contribuyan a mejorar la salud mental de los salvadoreños y contribuir a la conducta de la prevención del suicidio.

                Castellanos Arias explicó que la conducta del suicidio es cuando una persona toma la decisión equivocada de quitarse la vida libremente, pero el académico prefiere hablar de qué es la conducta de la prevención del suicidio, de acciones que se pueden tomar para que una persona no tome una decisión tan fatal.

                El psicólogo plantea que cuando una persona cree que al quitarse la vida es una solución a los problemas que están viviendo internamente, familiarmente, socialmente, económicamente, es la decisión más equivocada, porque existen otras conductas alternativas que permitirán fortalecer o encontrar alternativas de solución a un problema y que al final puede prevenirse un suicidio.

                Por ello, actualmente los medios de comunicación están hablando de la conducta suicida del joven José Luis Bernal, pero los medios no hablan de la importancia de la conducta de prevención del suicidio.

                Castellanos informó que el 10 de septiembre de cada año la OMS conmemora el día de la prevención del suicidio, y reflexiona que en la actualidad el mundo globalizante, el consumismo, la economía neoliberal, nos empuja a vivir una vida irreal, una vida de fantasía a través de las redes sociales virtuales.

                Explicó que la gente joven se suicida porque no encuentra un sentido de vida, no tienen un proyecto de vida, una calidad de vida, no tiene una red de apoyo familiar, con los amigos, los vecinos, la misma iglesia, la escuela, la universidad, los compañeros de trabajo, no hay compañerismo, no hay transparencia en la amistad sincera en las relaciones interpersonales.

                Y citó al sociólogo Zygmunt Bauman para explicar lo que viven los jóvenes viven “Las sociedades líquidas”, viven en un mundo irreal, de fantasías como las redes sociales virtuales, se enfrascan en tener Faceboock, Instagram, Twuiter, Whatsapps y otras redes que nutren y alimentan la individualidad, el consumo y no el ser humano como persona, ser especial e imprescindible, importante con habilidades, capacidades, destrezas e inteligencia.

                Sostiene que cuando la persona pierde la conexión con sus redes de apoyo social: familia, amigos, vecinos o cualquier otro tipo de apoyo, la gente cree que está sola, que ya no es importante y no encuentra otra salida toma decisiones equivocadas: el suicidio.

                 Afirmó que por ello la OMS basa su estrategia de prevención de la conducta suicida en cuatro estrategias: uno, limitar el acceso a armas, plaguicidas; dos, formar a los medios de comunicación social  en temas de salud mental; tres, fomentar entre los adolescentes las competencias socioemocionales, de relaciones interpersonales -cara a cara-, ya no se puede seguir viviendo una vida de relaciones virtuales, y cuatro, detectar tempranamente en las personas los comportamientos  para reducir los pensamientos de ideas suicidas.

                Según los estudios que ha realizado la OMS después de la pandemia del Covid-19 y su confinamiento los suicidios han ido en aumento, Castellanos reafirma lo del estudio y explica la decisión del joven Luis Bernal, quien hizo público su suicidio, se puede interpretar lo que él quiso decir: uno, le dice a la sociedad salvadoreña que le ha fallado, falló el Ministerio de Salud, las políticas que no se tienen en salud mental, han fallado las instituciones como la Universidad de El Salvador (UES) a la que pertenecía, al no crear una red de apoyo para la vida estudiantil, hace falta interacción social, atención para este tipo de conductas y no identificarlos.

                Sostiene que cuando una persona se suicida, ella falla como personal, pero también fallan la familia, en la comunidad, en la sociedad porque no están cubriendo los elementos esenciales para que una persona pueda desarrollarse, pueda vivir sanamente y pueda tener una vida digna; detrás del joven Bernal hay muchos casos de suicidio que no se saben por qué tomaron esa decisión, ya que el suicidio es íntimo.

                Castellanos argumenta, que la otra falla es porque la sociedad salvadoreña no tiene políticas de educación sobre salud mental, en la que los jóvenes encuentren un plan de vida y qué hacen en este mundo para una vida digna; el académico prevé que en unos diez años los casos públicos irán en aumento ya que muchos están asociados con ansiedad, depresión, trastornos bipolares de personalidad, que se asocian a las ideas suicidas hasta llegar a consumar el hecho.

                El psicólogo explica que El Salvador ha sido una sociedad violenta desde la colonización, y no se han hecho políticas públicas para mejorar esta situación de violencia, para gestionar adecuadamente sus emociones, por ello sostiene que la pandemia, el confinamiento y el distanciamiento social, va a impactar porque no se están atendiendo los efectos psicológicos de la población.

                Por ello, Atilio Castellanos recomienda: uno, al Ministerio de Salud, es urgente que presente políticas públicas en materia de salud mental viables y realizables para toda la población salvadoreña; dos, la Universidad de El Salvador debe ser pionera en establecer a través de la Unidad de Vida Estudiantil políticas de salud mental para atender a la población estudiantil.

                El profesor de Psicología informa que el Departamento de Psicología ha ampliado las clínicas de atención psicológicas para la atención de personas internas como para la población en general, sugirió escribir al correo institucional: departamento.psicología@ues.edu.sv  para que se les brinde una cita y se les atienda lo más proto posible.

                                                                                          Foto del Joven José Luis Bernal Santos, que circuló en redes sociales después de suicidarse 

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